Disfruta de la sencillez de este alojamiento tranquilo y céntrico. Cuenta con todas las instalaciones y espacio suficiente para tener una estadía agradable. Un lugar ideal para disfrutar en familia. Seguro y acogedor y muy buena ubicación. Puede traer a su mascota Sumuqué nació como un pahuichi tradicional chiquitano. Sobrevivió asumiendo la dolorosa transformación de su techo de motacú. Consta de una construcción central de dos dormitorios al centro y dos punillas en ambos extremos. Uno de los dormitorios tiene una cama matrimonial. El otro, cuatro camas individuales. Las punillas son espacios abiertos, pero cubiertos por el techo de la construcción. En una de las punillas se ha acomodado el comedor y una pequeña sala de estar. En la otra se pueden colgar hamacas para descansar. Cerca de esta construcción principal está otra que alberga la cocina y el baño. Un recorrido urbano de especial encanto es el parque Piedra de los Apóstoles, recorrido pintoresco de más de 100 metros, por inmensas rocas de bello granito. A 30 km al E, en la carretera que lleva a Concepción se encuentran las Piedras de Paquíó, que parecieran gigantescos cantos rodados de varias decenas de metros de diámetro. Otro atractivo de San Javier son las vertientes de aguas termales. Saliendo hacia el N, a 18 Km se encuentra Aguas Calientes, un pequeño balneario público con piscinas que recogen el agua que brota a alta temperatura. Por el mismo camino, 19 Km más allá, está Aguas Tibias, un balneario privado grande, con amplio restaurante y hotel, que también ofrece extensas piscinas de aguas termales. El Sumuqué Las Misiones Jesuíticas fueron un momento y una experiencia social especiales en la historia de la colonización española. Para unos, una búsqueda de la utopía cristiana. Para otros, una teocracia opresiva. De todas maneras, las Misiones fascinaron siempre por el contraste entre el modelo de sociedad impuesto por los conquistadores españoles, basado en el trabajo forzoso de los indígenas y su aculturación, y la organización comunitaria autónoma y respetuosa de la cultura indígena llevada a cabo por los misioneros jesuitas. Las Misiones del Paraguay fueron un muy breve episodio histórico, pero dejaron un sello inconfundible en las sociedades que formaron en el oriente boliviano, el sur de Brasil, en Paraguay y en norte argentino. San Javier fue la primera Misión chiquitana y el centro administrativo de ellas. Conserva diversos rasgos y manifestaciones de la cultura misional y conserva su luminoso y original templo. A sólo cuatro minutos de él, se encuentra nuestra pequeña y preciosa casa, el Sumuqué. Desde ella se contemplan las verdes lomas y colinas de la región ganadera que es hoy San Javier. El Sumuqué es una adaptación acogedora del tradicional pahuichi chiquitano. Sin cortar la comunicación inmediata con el mundo, permite el placentero descanso, a la vez que lleva a sumergirse en la misteriosa historia misional.